La vitamina D3 es un componente de la familia de las vitaminas D que se crea en la piel en contacto con el sol. Se le atribuyen múltiples funciones en el cuerpo gracias a sus capacidades de absorción y uso de minerales en huesos y músculos, facilitando su creación y mantenimiento.
La carencia de este compuesto en el organismo puede provocar fatiga, nerviosismo, cambios de humor, debilidad muscular y ósea, propensión a caries e inflamación y sangrado de encías.